La homogeneización de alta presión en alimentos es una tecnología emergente que consiste en someter los alimentos líquidos a presiones muy elevadas (entre 100 y 400 MPa) mediante una válvula de homogeneización.
El objetivo es reducir el tamaño de las partículas, mejorar la estabilidad de las emulsiones, inactivar microorganismos y enzimas, y modificar las propiedades funcionales y sensoriales de los alimentos, sin afectar su valor nutricional.
Esta tecnología se puede aplicar a diversos alimentos, como leche, zumos, salsas, cremas, purés, etc. Algunos de los beneficios que se obtienen son:
- Mayor vida útil y seguridad alimentaria, al reducir o eliminar la carga microbiana y evitar la separación de fases.
- Mejor textura, sabor, color y aroma, al evitar el uso de altas temperaturas que pueden provocar cambios indeseados.
- Mayor biodisponibilidad y actividad de algunos compuestos bioactivos, como antioxidantes, vitaminas y péptidos.
- Mayor versatilidad y capacidad de innovación, al permitir el desarrollo de nuevos productos con características diferenciadas.