La fitoterapia es una terapia natural que utiliza las plantas y sus derivados para prevenir, tratar o curar diversas enfermedades. La palabra fitoterapia proviene del griego phytos (planta) y therapeia (curación).
La tradición: La fitoterapia se basa en el conocimiento empírico y popular que se ha transmitido de generación en generación sobre el uso de las plantas medicinales. Se considera que la fitoterapia es el origen de la medicina y que se remonta a la Prehistoria, cuando el hombre empezó a experimentar con las propiedades de las plantas para mejorar su salud. Algunas culturas antiguas, como la china, la india o la egipcia, desarrollaron sistemas médicos basados en la fitoterapia que han perdurado hasta nuestros días.
La ciencia: La fitoterapia también se apoya en el método científico y en las disciplinas farmacéuticas que estudian las plantas medicinales y sus principios activos. Estas disciplinas son la farmacognosia, que se ocupa de identificar, aislar y analizar los componentes químicos de las plantas con actividad farmacológica; y la galénica, que se encarga de elaborar las formas de administración más adecuadas para cada planta o principio activo. La fitoterapia científica utiliza extractos estandarizados de plantas medicinales, que garantizan una dosis precisa y una calidad controlada.
La naturaleza: La fitoterapia respeta la naturaleza y busca aprovechar sus recursos sin dañarla ni alterarla. La fitoterapia utiliza plantas enteras o partes de ellas, como hojas, flores, frutos, semillas, raíces o cortezas, que se recolectan y procesan siguiendo unas normas de calidad y seguridad. La fitoterapia también respeta la naturaleza humana y busca armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu, tratando al individuo como un todo y no solo a sus síntomas.