Los alimentos producidos mediante biotecnología son aquellos que han sido modificados genéticamente para mejorar sus características, como el rendimiento, la resistencia, el valor nutricional, el sabor, etc.
La biotecnología alimentaria es una ciencia que permite cambiar los genes de las distintas fuentes de las que nos alimentamos, como las plantas, los animales y las frutas. Su finalidad es, principalmente, mejorar la calidad de estos productos y hacerlos más saludables y seguros para el consumo humano.
Algunos ejemplos de alimentos producidos mediante biotecnología son:
El maíz, la soja y el algodón transgénicos, que son cultivos que han sido modificados para tener mayor resistencia a plagas, herbicidas o sequías.
Los productos lácteos, como el queso o el yogur, que se elaboran con microorganismos que intervienen en la fermentación y que pueden producir proteínas de interés, como la lactasa o la renina.
Las frutas y verduras transgénicas, como el tomate o la papaya, que han sido modificados para tener una mayor duración, un mejor sabor o un mayor contenido en vitaminas o antioxidantes4.
Los alimentos funcionales, que son aquellos que contienen ingredientes que aportan beneficios adicionales a la salud, como los probióticos, los prebióticos, los ácidos grasos omega-3 o los fitoesteroles.
Los alimentos personalizados, que son aquellos que se adaptan a las necesidades y preferencias de cada individuo, teniendo en cuenta sus características genéticas, metabólicas o alérgicas.
Los alimentos de origen vegetal, que son aquellos que imitan el sabor, la textura y el valor nutricional de la carne o los productos animales, pero que están hechos con proteínas vegetales, como la soja o el guisante.
Los alimentos producidos mediante biotecnología o impresión 3D, que son aquellos que se crean a partir de células animales o vegetales cultivadas en laboratorio o impresoras 3D, como la carne artificial o los órganos comestibles.
La biotecnología alimentaria tiene muchas ventajas, como aumentar la producción de alimentos, reducir el impacto ambiental de la agricultura y la ganadería, mejorar la seguridad y la calidad alimentaria y ofrecer nuevas opciones para una alimentación más saludable y diversa. Sin embargo, también tiene algunos desafíos y riesgos, como los posibles efectos adversos sobre la salud humana o el medio ambiente, la falta de información y transparencia sobre los alimentos transgénicos, la pérdida de biodiversidad y la dependencia de las empresas biotecnológicas5.