Una huerta urbana necesita de una serie de acciones para mantenerse sana y productiva.
Algunas de estas acciones son:
- Abonar el sustrato: después de cada temporada de cultivo, es importante añadir materia orgánica al suelo para reponer los nutrientes que las plantas han consumido. Se puede hacer compost con los restos orgánicos de la huerta o usar humus de lombriz.
- Asociar plantas: se trata de sembrar juntas plantas que se benefician entre sí, ya sea por el aprovechamiento del espacio, la obtención de nutrientes o el control de plagas. Por ejemplo, se puede sembrar tomate con albahaca, lechuga con cebolla o haba con repollo.
- Rotar los cultivos: consiste en cambiar de lugar las plantas cada temporada, para evitar el agotamiento del suelo y la propagación de enfermedades. Por ejemplo, si en un cajón se sembró tomate en primavera-verano, se puede sembrar haba en otoño-invierno.
- Regar adecuadamente: el riego debe ser frecuente y moderado, evitando el exceso o la falta de agua. Se debe regar en las horas de menos sol y sobre el sustrato, no sobre las hojas. Se puede aprovechar el agua de lluvia o reciclar el agua doméstica.
- Cubrir el suelo: se puede usar materiales biodegradables como paja, pasto, aserrín o viruta para proteger el suelo del impacto de la lluvia, la radiación solar y el crecimiento de malezas. Con el tiempo, estos materiales se descomponen y aportan abono al suelo.
- Aporcar las plantas: se trata de acumular tierra alrededor del tallo de las plantas para favorecer su desarrollo y evitar que se caigan. Por ejemplo, se puede aporcar el tomate, el pimiento, la berenjena o el maíz.
- Podar las plantas: se trata de eliminar las hojas o ramas secas, enfermas o innecesarias para mejorar la ventilación, la iluminación y la producción de las plantas. Por ejemplo, se puede podar el tomate, la berenjena, el pepino o la fresa.
- Recolectar los frutos: se debe cosechar los frutos cuando estén maduros y firmes, sin dejarlos demasiado tiempo en la planta. Esto favorece la calidad de los frutos y estimula la producción de nuevos. Por ejemplo, se puede cosechar el tomate, el pimiento, el pepino o la fresa.
- Controlar las plagas y enfermedades: se debe prevenir y combatir los problemas que puedan afectar a las plantas con métodos ecológicos, como el uso de plantas aromáticas, insectos beneficiosos o preparados naturales. Por ejemplo, se puede usar menta, romero, mariquitas o jabón potásico.
Estos son algunos de los cuidados que requiere una huerta urbana para tener éxito.