El jengibre y sus propiedades digestivas: beneficios y usos.

El jengibre es una planta originaria del sudeste asiático, cuya parte subterránea o rizoma se utiliza como especia y como remedio natural. El jengibre tiene un sabor picante, aromático y refrescante, y se puede consumir fresco, seco, en polvo, en infusiones, en jugos o en aceites esenciales.

El jengibre es rico en gingerol, un compuesto bioactivo que le confiere propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antivirales, analgésicas y antibióticas. Además, el jengibre contiene aceites esenciales, minerales como el potasio, el hierro, el fósforo y el magnesio, y vitaminas como la C y la B6.

Uno de los principales beneficios del jengibre es su capacidad para mejorar la digestión y prevenir o aliviar diversos trastornos digestivos. Veamos cómo actúa el jengibre sobre el sistema digestivo y qué usos se le pueden dar.

¿Cómo ayuda el jengibre a la digestión?

El jengibre tiene varios mecanismos de acción que favorecen la digestión y evitan las molestias digestivas. Estos son algunos de ellos:

  • Estimula la producción de saliva, jugos gástricos y bilis, lo que facilita la descomposición de los alimentos y su absorción.
  • Relaja los músculos del tracto gastrointestinal, lo que reduce los espasmos, los cólicos y los dolores abdominales.
  • Protege la mucosa gástrica, lo que previene las úlceras y la gastritis.
  • Combate las bacterias patógenas que causan infecciones e inflamaciones intestinales.
  • Regula el tránsito intestinal, lo que evita el estreñimiento o la diarrea.
  • Tiene un efecto carminativo, lo que elimina los gases y la hinchazón abdominal.
  • Tiene un efecto antiemético, lo que reduce las náuseas y los vómitos.

¿Qué problemas digestivos puede tratar el jengibre?

El jengibre puede ser útil para tratar una variedad de problemas digestivos, tanto agudos como crónicos. Estos son algunos de ellos:

  • Indigestión: el jengibre ayuda a digerir mejor los alimentos pesados o grasos, y a evitar la sensación de plenitud o pesadez después de comer.
  • Dispepsia: el jengibre alivia los síntomas de la dispepsia funcional, un trastorno caracterizado por dolor o malestar en la parte superior del abdomen, sin una causa orgánica aparente.
  • Gastritis: el jengibre protege la mucosa gástrica de la irritación causada por el alcohol, los medicamentos antiinflamatorios o la bacteria Helicobacter pylori, que son factores de riesgo para desarrollar gastritis.
  • Úlcera péptica: el jengibre previene la formación de úlceras en el estómago o el duodeno, al inhibir la secreción excesiva de ácido gástrico y al estimular la producción de moco protector.
  • Gastroenteritis: el jengibre combate las infecciones bacterianas o virales que causan inflamación e irritación del estómago y el intestino, provocando diarrea, vómitos, fiebre y dolor abdominal.
  • Síndrome del intestino irritable: el jengibre reduce los síntomas del síndrome del intestino irritable, un trastorno funcional que causa alteraciones en el movimiento intestinal, acompañadas de dolor abdominal, gases e hinchazón.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal: el jengibre tiene un efecto antiinflamatorio sobre el intestino, lo que puede ayudar a mejorar las condiciones como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.
  • Náuseas: el jengibre es un remedio eficaz para las náuseas de diversas causas, como el embarazo, el mareo por movimiento, la quimioterapia o la cirugía.

¿Cómo tomar el jengibre para mejorar la digestión?

El jengibre se puede tomar de diferentes formas, según la preferencia y la disponibilidad de cada persona. Estas son algunas de las formas más comunes de consumir el jengibre para mejorar la digestión:

  • Infusión: se puede preparar una infusión de jengibre fresco o seco, cortando o rallando un trozo de unos 2 cm y añadiéndolo a una taza de agua hirviendo. Se deja reposar unos 10 minutos y se cuela. Se puede endulzar con miel o agregar limón para potenciar el sabor y los beneficios. Se recomienda tomar una taza después de las comidas o cuando se sienta malestar digestivo.
  • Polvo: se puede comprar el jengibre en polvo o molerlo en casa a partir del jengibre seco. Se puede usar para condimentar los alimentos o para preparar infusiones, añadiendo una cucharadita de polvo a una taza de agua caliente. Se aconseja no exceder los 4 gramos diarios de jengibre en polvo.
  • Cápsulas: se puede encontrar el jengibre en cápsulas o comprimidos en las farmacias o herbolarios. Es una forma cómoda y práctica de tomar el jengibre, especialmente si no se tolera bien el sabor. Se debe seguir la dosis indicada por el fabricante o el médico, y no superar los 2 gramos diarios de jengibre en cápsulas.
  • Jugos: se puede preparar un jugo de jengibre fresco, exprimiendo o licuando un trozo de unos 2 cm. Se puede mezclar con otros jugos de frutas o verduras, como manzana, zanahoria, naranja o piña, para obtener un jugo nutritivo y refrescante. Se sugiere tomar un vaso al día, preferiblemente por la mañana.
  • Aceite esencial: se puede adquirir el aceite esencial de jengibre en las tiendas especializadas. Es una forma concentrada y potente de obtener los beneficios del jengibre. Se puede usar para masajear el abdomen, diluyendo unas gotas en un aceite vegetal, como el de almendras o coco. También se puede inhalar, agregando unas gotas a un difusor o a un pañuelo.

Precauciones y contraindicaciones del jengibre

El jengibre es una especia segura y bien tolerada por la mayoría de las personas, siempre que se consuma con moderación y siguiendo las recomendaciones. Sin embargo, existen algunas precauciones y contraindicaciones que se deben tener en cuenta antes de tomar el jengibre para mejorar la digestión:

  • El jengibre puede interactuar con algunos medicamentos, como los anticoagulantes, los antiplaquetarios, los antihipertensivos y los antidiabéticos. Por lo tanto, se debe consultar con el médico antes de tomar el jengibre si se está bajo tratamiento médico.
  • El jengibre puede aumentar el riesgo de sangrado, por lo que se debe evitar su consumo si se tiene alguna enfermedad hemorrágica, si se va a someter a una cirugía o si se está menstruando.
  • El jengibre puede irritar el estómago si se consume en exceso o si se tiene alguna úlcera activa. Por lo tanto, se debe limitar su consumo a las dosis recomendadas y suspenderlo si se presenta ardor, dolor o sangrado estomacal.
  • El jengibre puede causar reacciones alérgicas en algunas personas sensibles. Por lo tanto, se debe prestar atención a cualquier síntoma como erupción cutánea, picazón, hinchazón o dificultad para respirar, y suspender su consumo inmediatamente si se presentan.
  • El jengibre puede tener efectos adversos sobre el embarazo y la lactancia. Por lo tanto, se debe evitar su consumo durante estos periodos o consultar con el médico antes de hacerlo.

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