El té verde: Un aliado milenario para la salud y la longevidad

El té verde, una infusión milenaria, es conocido por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y es muy apreciado en sociedades como la japonesa por su contribución a un estilo de vida saludable.

Según un informe de la Universidad de Harvard, el té verde puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes.

El té verde, que tiene un bajo contenido de teína en comparación con el té negro, es rico en vitaminas y minerales que ayudan a prevenir la oxidación y la inflamación de las células del cuerpo. Además, estimula el metabolismo y ayuda a regular el colesterol malo (LDL).

Este té, que proviene de la planta Camellia Sinesis, es la segunda variedad de té más consumida en el mundo después del té negro. Se puede consumir en hojas o en saquitos, y se recomienda tomarlo alejado de las comidas principales para una correcta absorción de los nutrientes.

Al prepararlo, es importante cuidar la temperatura del agua, que debe rondar entre los 70 y 80 grados para conservar su sabor y aroma. Además, se puede realizar un lavado previo de las hojas para reducir su contenido de teína.

Para potenciar sus beneficios, se le puede agregar cúrcuma, pimienta molida, menta o frutos rojos. Sin embargo, para ver efectos a largo plazo, es importante consumirlo dentro de un estilo de vida saludable, evitando el consumo de cigarrillos y alimentos ultraprocesados.

Finalmente, se recomienda a los pacientes renales tomar el té verde con precaución debido a su acción diurética, y evitar su consumo antes de dormir para no interrumpir el sueño.

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