Se trata de una enfermedad emergente en Chile, donde se ha detectado por primera vez en una mujer que se contagió al cuidar a su gato enfermo.
Se llama sporothrix brasiliensis y se detectó por primera vez en Chile en una mujer que se contagió al cuidar a su gato enfermo. También se informó de otros casos de gatos infectados en distintas regiones del país.
El hongo se transmite por contacto directo con las heridas o lesiones de los animales infectados, o por arañazos o mordeduras. Los síntomas en los gatos son úlceras en la piel, pérdida de pelo, inflamación de los ganglios y dificultad para respirar. En los humanos, puede causar lesiones cutáneas, fiebre, dolor muscular y articular, e incluso afectar a los pulmones, los huesos y el sistema nervioso.
El tratamiento consiste en administrar antifúngicos tanto a los gatos como a las personas afectadas, durante un periodo de varios meses. La prevención se basa en evitar el contacto con gatos desconocidos o heridos, mantener una buena higiene de las manos y las heridas, y llevar a los gatos al veterinario ante cualquier signo de infección.
¿Qué sabemos de este hongo?
Los hongos son organismos vivos que provocan enfermedades en el cuerpo de los animales y las personas. Algunos de estos hongos son muy contagiosos y resistentes en el ambiente, lo que facilita su transmisión entre especies. Uno de estos hongos es el sporothrix brasiliensis, que causa una infección llamada esporotricosis.
La esporotricosis es una enfermedad que afecta principalmente a la piel, pero que puede extenderse a otros órganos si no se trata adecuadamente. Es una enfermedad que se ha reportado en varios países del mundo, especialmente en Brasil, donde se ha asociado con brotes epidémicos relacionados con gatos callejeros.
Cuales fueron las circunstancias.
En Chile, se detectó por primera vez esta enfermedad en una mujer de 50 años que se contagió al cuidar a su gato enfermo. El gato presentaba lesiones cutáneas y respiratorias, y murió a los pocos días. La mujer desarrolló lesiones similares en sus brazos y manos, y fue diagnosticada con esporotricosis después de varios exámenes médicos.
La mujer contagiada es la primera persona en Chile que se ha infectado con este hongo. Sin embargo, no es el único caso reportado en el país. Según el Ministerio de Salud, se han registrado otros 21 casos de gatos infectados con esporotricosis en distintas regiones del país, como Valparaíso, O’Higgins, Maule y Metropolitana.
Como se transmite.
El hongo se transmite por contacto directo con las heridas o lesiones de los animales infectados, o por arañazos o mordeduras. Los gatos son los principales reservorios del hongo, ya que lo adquieren al pelearse o al cazar roedores o aves infectadas. Los gatos pueden transmitir el hongo entre ellos o a las personas que los manipulan o conviven con ellos.
Los síntomas en los gatos son úlceras en la piel, pérdida de pelo, inflamación de los ganglios y dificultad para respirar. Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en la cabeza, las orejas y las patas. Los gatos pueden presentar también falta de apetito, pérdida de peso y letargo.
¿Como se manifiesta en los humanos?
En los humanos, la esporotricosis puede manifestarse como una forma cutánea o una forma sistémica. La forma cutánea es la más común y se caracteriza por la aparición de lesiones nodulares o ulcerosas en la piel, que pueden ser únicas o múltiples. Estas lesiones pueden supurar un líquido amarillento y formar costras. La forma sistémica es más grave y puede afectar a los pulmones, los huesos y el sistema nervioso. Los síntomas generales son fiebre, dolor muscular y articular, tos, dificultad para respirar y alteraciones neurológicas.
El diagnóstico de la esporotricosis se basa en el examen clínico, la historia de exposición a gatos o a otras fuentes de infección, y el análisis de muestras de las lesiones. El tratamiento consiste en administrar antifúngicos tanto a los gatos como a las personas afectadas, durante un periodo de varios meses. Los antifúngicos más usados son el itraconazol y el anfotericin B.