Un hito científico: crean un órgano humano en un cerdo.

Un equipo de investigadores ha logrado por primera vez generar un órgano humano funcional dentro de un animal. Se trata de un páncreas que ha sido creado a partir de células madre humanas y trasplantado a un cerdo, donde ha producido insulina y regulado el nivel de glucosa en la sangre.

Este avance, publicado en la revista Nature, abre la puerta a la posibilidad de fabricar órganos humanos a la medida para trasplantes, lo que podría aliviar la escasez de donantes y evitar el rechazo inmunológico.

Cómo se hizo el experimento
Los autores del estudio, liderados por el profesor Hiromitsu Nakauchi de la Universidad de Tokio, utilizaron una técnica llamada quimerismo, que consiste en mezclar células de diferentes especies en un mismo organismo.

Para ello, primero generaron células madre pluripotentes inducidas (iPS) humanas, que son capaces de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. Luego, las inyectaron en embriones de cerdo que habían sido modificados genéticamente para eliminar el gen que codifica el páncreas.

De esta forma, las células humanas ocuparon el espacio vacío y se diferenciaron en células pancreáticas, formando un órgano completo. Después, los embriones fueron implantados en cerdas y se desarrollaron durante unos cuatro meses, hasta que los investigadores los sacrificaron y extrajeron los páncreas humanos.

Qué implicaciones tiene el hallazgo
Los resultados del experimento demuestran que es posible generar órganos humanos funcionales dentro de animales, lo que podría tener múltiples aplicaciones médicas.

Por ejemplo, se podría crear un páncreas humano para una persona con diabetes, que sustituiría al suyo defectuoso y le permitiría producir insulina y controlar su glucosa sin necesidad de inyecciones ni medicamentos.

Además, al usar células del propio paciente, se evitaría el riesgo de rechazo inmunológico, que es uno de los principales problemas de los trasplantes actuales.

Sin embargo, también hay muchos desafíos éticos y técnicos que resolver antes de poder aplicar esta técnica en humanos. Por ejemplo, se debería garantizar la seguridad y la calidad de los órganos generados, así como el bienestar de los animales utilizados.

También se debería evaluar el impacto social y moral de crear quimeras entre especies, y establecer los límites legales y regulatorios para su uso.

Por todo ello, los investigadores piden cautela y prudencia, y aseguran que seguirán trabajando para mejorar su método y explorar sus posibilidades.

FUENTE: El Pais

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